La ermita de Nuestra Señora de los Dolores se erige cerca del camposanto de Horcajuelo, a unos 500 metros del pueblo, al otro lado del arroyo Grande. Este lugar es también el punto de partida de una encantadora ruta de senderismo que atraviesa arroyos y brinda vistas panorámicas a los excursionistas.
La ermita presenta una arquitectura modesta, con una estructura rectangular, muros robustos y sillares en las esquinas, coronada por un tejado a dos aguas. La entrada, en un arco de medio punto, mira hacia el sol naciente, mientras que un arco de ladrillo en la fachada sostiene una pequeña campana. En su interior, una pequeña capilla alberga una conmovedora imagen de la Virgen de los Dolores, destacando la persistencia del culto a la madre de Dios en la Sierra del Rincón.
Este tranquilo lugar no solo invita a la devoción, sino que también ofrece una experiencia escénica a quienes exploran la zona, con vistas panorámicas de los antiguos límites de los linares y una perspectiva encantadora del propio pueblo de Horcajuelo.